martes, 17 de febrero de 2009

El rey de España y el niño asesinado

Artículo publicado en el periódico estudiantil Antisistema:

"El rey de España no es mi buen amigo ni tampoco me junto con él por aquello de "dime con quién andas y te diré quién eres". Al fin y al cabo los buenos amigos son una especie en peligro de extinción, amenazada por la sociedad de consumo capitalista neoliberal globalizada, la cual, en su empaño por privatizarlo todo, ha privado a la mayoría de la humanidad de los bienes esenciales para la vida.

Digan lo que digan en los púplitos los monseñores mentirosos e hipócritas, el rey tampoco es mi hermano; al fin y al cabo Dios le eligió para ser rey, y a mí para ser un soberano pendejo. Además, él es de sangre azul; yo no, la mía es como la de mi amiga Norma, que la tiene roja rojita. Por otra parte, él no hace ..pupú como el común de los mortales; según me contaba mi abuela, él pone su mierda envueltica en papel de regalo y perfumada con olorosa fragancia francesa, y la envía a sus amigos, quienes la reciben con mucho alborozo.

Otra razón más para no aceptarlo como amigo es que el rey es un chulo. Yo nunca he podido entender cómo el pueblo español acepta tan tontamente que un rey vividor y toda su familia se lo chuleen de lo lindo, es algo que me parece estúpido, pero bueno, cada quien hace en su patria lo que mejor cree.

(...)

En realidad quieor hablarles del asesinato de Alfonso, de 14 años; homicidio cometido -según dicen- por el rey Juan Carlos de Borbón el 29 de marzo de 1956 (para mayor información ver:
www.aporrea.org/internacionales/n118100.html). Alfonso era el preferido de su padre, el conde de Barcelona Juan de Borbón, y según algunos allegados a su entorno, iba a ser elegido para sucederle en sus derechos dinásticos a la corona de España. Para la fecha del asesinato, el actual rey contaba 18 años de edad y era un distinguido cadete de la Academia General Militar de Zaragoza, contaba con una amplia e intensiva instrucción militar y era experto en el uso y manejo de toda clase de armas ligeras.
Aquel fatídico día, Alfonso estaba solo con su hermano Juan Carlos de Borbón en una habitación, de pronto un tiro procedente del arma de éste le impactó en la cabeza y cayó muerto. La dictadura de Franco se encargó de presentar aquel sangriento hecho como un accidente. Después Juan Carlos sería coronado rey de España luego de la muerte del mismo Franco.
Por eso digo: ni soy amigo, ni hermano, ni me junto con criminales."

Artículo escrito por Ramiro Meneses en Antisistema, número 20

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