lunes, 30 de marzo de 2009

Castidad propia

Artículo escrito por Joseph M. Taló, de Terrassa, publicado en El Periódico de Catalunya, día 21 de marzo de 2009:

“Si con 10 euros se puede salvar la vida de un niño etíope (como se dice en la última página de El Periódico del 17 de marzo), con el premio millonario que han cobrado los ejecutivos que causaron pérdidas de miles de millones de euros, ¿se podría salvar la vida de todos los niños etíopes desnutridos? Mientras, la jerarquía católica predica y recomienda la castidad en África, un continente devastado por el sida. ¿No sería mejor que la reivindicara primero a sus propios sacerdotes, que han protagonizado cientos de abusos por pederastia en el mundo?”

Canciones románticas V

Quinta edición. Éstas dos son mis favoritas:

Canción en español

Sin miedo a nada – Alex Ubago y Amaia Montero

Me muero por suplicarte
que no te vayas, mi vida.
Me muero por escucharte
decir las cosas que nunca digas,
mas me calle y te marchas.
Mantengo la esperanza
de ser capaz algún día
de no esconder las heridas que me duelen al pensar
que te voy queriendo cada día un poco más.
¿Cuánto tiempo vamos a esperar?

Me muero por abrazarte,
y que me abraces tan fuerte.
Me muero por divertirte
y que me beses cuando despierte,
acomodado en tu pecho,
hasta que el sol aparece.
Me voy perdiendo en tu aroma,
me voy perdiendo en tus labios, que se acercan susurrando
palabras que llegan a este pobre corazón.
Voy sintiendo el fuego en mi interior.

Me muero por conocerte,
saber qué es lo que piensas,
abrir todas tus puertas,
y vencer esas tormentas que nos quieren abatir.
Centrar en tus ojos mi mirada,
cantar contigo al alba,
besarnos hasta desgastarnos nuestros labios,
y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla.
Crear, soñar, dejar todo surgir,
aparcando el miedo a sufrir.

Me muero por explicarte
lo que pasa por mi mente.
Me muero por entregarte
y seguir siendo capaz de sorprenderte.
Sentir cada día
ese flechazo al verte.
¿Qué más dará lo que digan?
¿Qué más dará lo que piensen? Si estoy loca es cosa mía.
Y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor.
Vuelvo a ver brillar la luz del sol.

Me muero por conocerte,
saber qué es lo que piensas,
abrir todas tus puertas,
y vencer esas tormentas que nos quieren abatir.
Centrar en tus ojos mi mirada,
cantar contigo al alba,
besarnos hasta desgastarnos nuestros labios,
y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla.
Crear, soñar, dejar todo surgir,
aparcando el miedo a sufrir.

Me muero por conocerte,
saber qué es lo que piensas,
abrir todas tus puertas,
y vencer esas tormentas que nos quieren abatir.
Centrar en tus ojos mi mirada,
cantar contigo al alba,
besarnos hasta desgastarnos nuestros labios,
y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla.
Crear, soñar, dejar todo surgir,
aparcando el miedo a sufrir.



Canción en inglés

When you say nothing at all – Ronan Keating

It’s amazing how you
can speak right to my heart.
Without saying a word
you can light up the dark.
Try as I may I could never explain
what I hear when you don’t say a thing.

The smile on your face
lets me know that you need me.
There’s a truth in your eyes
saying you’ll never leave me.
The touch of your hand says you’ll catch me
whenever I fall.
You say it best
when you say nothing at all.

All day long I can hear
people talking out loud.
But when you hold me near
you drown out the crowd.
Try as they may they could never define
what’s been said between your heart and mine.

The smile on your face
lets me know that you need me.
There’s a truth in your eyes
saying you’ll never leave me.
The touch of your hand says you’ll catch me
whenever I fall.
You say it best
when you say nothing at all.

The smile on your face
lets me know that you need me.
There’s a truth in your eyes
saying you’ll never leave me.
The touch of your hand says you’ll catch me
whenever I fall.
You say it best
when you say nothing at all.

You say it best
when you say nothing at all.
You say it best
when you say nothing at all.

The smile on your face,
the truth in your eyes,
the touch of your hand lets me know
that you need me.

domingo, 29 de marzo de 2009

Escenas románticas literarias X

"La carretera que seguía estaba despejada, y poco más allá se internaba en un valle, por entre cuyas laderas se veía serpentear su blanca cinta. Llevaba recorrida ya casi toda la hondonada y remontaba el declive occidental, cuando, al detenerse para descansar un poco, volvió maquinalmente la cabeza, movido de un raro impulso, como consciente de hallarse bajo el influjo de alguna voluntad extraña. La cinta del camino se estrechaba a sus espaldas hasta perderse de vista y al contemplar Ángel la lejanía reparó en un punto móvil que avanzaba en la blanca vacuidad de la perspectiva.
Era una figura humana que corría. Y Ángel esperó con la vaga sensación de que alguien trataba de alcanzarle.
Era de mujer la figura, pero tan lejos estaba de la mente de Ángel que su mujer pudiera seguirle, que cuando ya la tuvo cerca no pudo reconocerla con aquel traje tan distinto del de otros tiempos. Hasta que al fin, al tenerla junto a él, se cercioró de que era Tess.
—Te vi salir de la estación... momentos antes de llegar yo... y te he venido siguiendo todo el camino.
Estaba tan pálida y jadeante, y le temblaban de tal modo todos sus músculos, que Ángel no le hizo ninguna pregunta, y cogiéndole la mano y poniéndosela bajo el brazo, siguió adelante en su compañía. Con objeto de eludir todo posible encuentro, se apartó de la carretera y tomó por una senda que se internaba en un bosquecillo de abetos. Luego que hubieron penetrado un poco en la susurrante espesura, se detuvo y miró a la joven con aire interrogante:
—¡Ángel! —exclamó ella, anticipándose a sus preguntas—. ¿No sabes por qué he venido corriendo tras de ti? ¡Pues para decirte que le he matado!
Y una amarga sonrisa descolorida asomaba a la faz de Tess.
—¡Cómo! —dijo él, presumiendo por lo insólito de sus maneras que fuera víctima de algún delirio.
—¡Sí, le he matado..., no sé cómo! —prosiguió ella—. Tenía que hacerlo por ti, y por mí también. Una vez que le di en la boca con un guante tuve el presentimiento de que quizá algún día tuviera que hacer con él lo que he hecho hoy, por la trampa que me tendió, aprovechándose de mi poca experiencia y el ultraje que te infirió a ti en mi persona. Él, interponiéndose entre nosotros, labró nuestra ruina, pero yo no he podido hacer más que lo que he hecho. Nunca le quise, Ángel, como te quise a ti. Tú lo sabes bien, ¿verdad? ¿No dudas de ello? Yo me entregué a él desesperada, porque tú no volvías. ¿Por qué te fuiste tan lejos, Ángel? ¡Con lo que yo te quería! ¡No puedo comprender cómo pudiste hacer eso! ¡Aunque no te lo echo en cara, sino que únicamente te pido me perdones la ofensa que te hice, ahora que le he matado! Al correr tras de ti por esta carretera me alentaba el pensar que seguramente me perdonarías, después de lo que acabo de hacer. No me avenía a la idea de perderte para siempre. ¡No puedes figurarte lo desgraciada que era sin tu amor! ¡Esposo mío, dime que me perdonas, ahora que lo he matado!..."


HARDY, Thomas: Tess, la de los d'Urberville (1891)

jueves, 26 de marzo de 2009

Canciones románticas IV

Canción en español

Un mundo ideal – BSO Aladín

Yo te quiero enseñar
este mundo espléndido.
Ven, princesa,
y deja tu corazón soñar.
Yo te puedo mostrar
cosas maravillosas
con la magia de mi alfombra
vamos a volar.

Un mundo ideal,
será fantástico encontrar
nadie que diga “no”
o adónde ir,
a aquellos que se aman.

Un mundo ideal,
tan deslumbrante y nuevo,
donde ya vi al subir,
con claridad,
que ahora en un mundo ideal estoy.

Ahora en un mundo ideal estoy…

Fabulosa visión,
sentimiento divino,
baja y sube,
y vuela hacia celestial región…
Un mundo ideal…

Mira bien lo que hay…
Allí mil cosas voy a ver…
Conteniendo el aliento…

Soy como azul estrella
que se va
y nunca será igual ya otra vez…

Un mundo ideal…
Cada vuelta es sorpresa…
Un horizonte nuevo abrir…
Cada instante un relato…
Hay que seguir sin fin,
hasta el confín,
juntos en un mundo ideal tú y yo…

Un mundo ideal…
Un mundo ideal…
Que compartir…
Que compartir…
Que alcanzar,
que contemplar…
Tú junto a mí.


Canción en inglés

I will always love you – Whitney Houston

If I should stay,

I would only be in your way.
So I'll go,
but I know I'll think of you ev'ry step of the way.

And I will always love you.
I will always love you.
You, my darling you. Hmm.

Bittersweet memories
that is all I'm taking with me.
So, goodbye. Please, don't cry.
We both know I'm not what you, you need.

And I will always love you.
I will always love you.

I hope life treats you kind.
And I hope you have all you've dreamed of.
And I wish to you, joy and happiness.
But above all this, I wish you love.

And I will always love you.
I will always love you.
I will always love you.
I will always love you.
I will always love you.
I, I will always love you.

You, darling, I love you.
Ooh, I'll always, I'll always love you.

¿Por qué leemos en silencio?

Artículo escrito por Antoni Janer y Jesús Tusón en la revista Sàpiens, número 77 (marzo de 2009):

“En el siglo IV el historiador Plutarco narra algo curioso: las tropas de Alejandro Magno quedaron atónitas al ver a su general leyendo en silencio una carta de su madre. Ocho siglos después, san Agustín cuenta en sus Confesiones algo parecido: le ocurrió cuando se trasladaba de Cartago a Milán. Allí conoció a san Ambrosio, de quien dice: “Cuando leía, sus ojos recorrían las páginas y su corazón entendía el mensaje, pero su voz y su lengua estaban quietas”.
Aunque nos cueste creerlo, en la antigüedad la norma no era leer en silencio, sino en voz alta. El griego clásico disponía de más de diez verbos para referirse a la acción de leer. El que nos ha llevado es el que cogió el latín: legere. Significa “recoger”, “seleccionar”.
Los latinos tenían una expresión muy ilustrativa: scripta manent, uerba uolant. Actualmente significa “lo escrito perdura, pero las palabras se las lleva el viento”. Antiguamente, no obstante, expresaba todo lo contrario. Esto era una alabanza de la palabra dicha en voz alta (que tiene alas y puede volar), en comparación con la silenciosa palabra sobre la página (que está inmóvil, muerta). Ante un texto escrito, el lector tenía la obligación de prestar su voz a las letras mudas, las scripta, para que se convirtieran en uerba, palabras habladas, espíritu. De hecho, los idiomas primordiales de la Biblia (el arameo y el hebreo) no distinguen entre la acción de leer y la de hablar: ambas acciones se designan con la misma palabra.
No es casualidad que la escritura se concibiera en sus principios como un acto verbal. Nació para ayudar a la memoria humana. En la Grecia clásica, los rapsodas y los aedos eran los encargados de recitar en público los grandes poemas homéricos (la Ilíada y la Odisea). Fue en el siglo VIII aC cuando estos textos se pusieron por escrito para asegurar su pervivencia en las generaciones futuras. En el siglo V aC Sócrates cargó contra los libros. Los calificó de herramientas inútiles, que no podían explicar lo que decían, sino repetir una y otra vez las mismas palabras con la ayuda de la voz. Él prefería el método de la mayéutica, que consistía en hacer brotar el conocimiento en la mente de sus discípulos a base de preguntas y respuestas. Uno de sus alumnos más aventajados, Platón, fue más lejos en esas críticas, y consideró que la escritura reducía la capacidad de memorización de los seres humanos. En todo caso, cuando puso por escrito sus pensamientos, lo hizo en forma de diálogos, que se aproximaban más a la mayéutica socrática.
El cambio de tendencia se produjo en la Biblioteca de Alejandría, fundada en el siglo IV aC. El manejo de grandes cantidades de documentos abrió la posibilidad de una lectura silenciosa, y por lo tanto, más rápida. El filólogo Aristófanes de Bizancio fue quien en el siglo III aC comenzó a separar las frases con signos de puntuación. Hasta entonces los escribas no habían necesitado esas ayudas visuales.
En el siglo II aC, al iniciar Roma la conquista de Grecia, las bibliotecas se convirtieron en un botín de guerra muy preciado. En la capital del Lacio la lectura silenciosa fue más bien escasa, pero no totalmente insólita (se practicaba sobretodo con las cartas). En el resto de casos se prefería la lectura en voz alta. En las escuelas, se enseñaba a los niños a modular la voz ante textos de Virgilio u Horacio. En privado, entre las clases altas, también era frecuente la lectura en voz alta, ejercida por un lector, generalmente un esclavo. Solían tener lugar durante las comidas y servían para hacer relaciones sociales.
Durante la edad media fue en los scriptoria de los monasterios donde se fue dibujando el camino hacia la lectura silenciosa. Las primeras reglas que exigían silencio en los scriptoria son del siglo IX. Hasta entonces los monjes trabajaban con dictados o bien leyendo en voz alta lo que copiaban. Algunos dogmáticos se mostraron inquietos. Consideraban que la lectura silenciosa permitía soñar despiertos y propiciaba el pecado capital de la pereza. Pero la lectura silenciosa conllevaba un peligro todavía peor para los padres de la Iglesia: un libro que podía leerse en privado daba alas a la interpretación libre de los Evangelios.
Eso pasaba dentro de los monasterios. Afuera, la lectura en voz alta seguía gozando de buena salud. A causa del gran número de analfabetos que había, los juglares y los trovadores eran los encargados de animar las ferias y los mercados con sus voces. En las cortes o en las casas más humildes también se recuperó la costumbre romana de pasar un buen rato con lecturas en voz alta a cargo de un familiar. Los mismos escritores eran conscientes de que sus lectores escuchaban el texto, y no lo veían. Aunque estaba al alcance de sólo una minoría, el libro fue cogiendo fuerza poco a poco. La aparición de la imprenta de Gutenberg en el siglo XV marcó un antes y un después en la historia de la lectura. Por primera vez se produjeron libros rápidamente y en grandes cantidades.
Sin embargo, los primeros libros que se imprimieron eran grandes y, por lo tanto, difíciles de manejar y transportar. En 1501 el humanista italiano Aldo Manuzio empezó a imprimir libros más pequeños. Los libros dejaron de ser un símbolo de riqueza para pasar a ser el distintivo de la aristocracia intelectual. La aparición de la imprenta obligó también a cada lengua a establecer su ortografía. Con ella se garantizó la unidad de la lengua hablada.
Con el espíritu de libertad intelectual de la Ilustración, se multiplicaron los periódicos y surgieron nuevos géneros editoriales como libros pornográficos y obras satíricas en las que se criticaba al gobierno y a la Iglesia, obras que se distribuían de forma clandestina. La Revolución Industrial comportó la escolarización de la población infantil y, por lo tanto, la democratización de la lectura. La reducción de la jornada laboral hizo que la gente tuviera más tiempo para leer. Pronto las empresas editoriales se sintieron desbordadas. La gente se rebeló contra las lecturas serias. Lo que querían eran obras más mundanas, fáciles y complacientes. Aunque el libro se había convertido en un producto de consumo privado, el placer por la lectura en voz alta se mantenía vivo. En Europa, la novela por entregas se siguió leyendo en voz alta hasta la Primera Guerra Mundial. Luego, la radio y la televisión tomaron el relievo de esta larga tradición oral.”

martes, 17 de marzo de 2009

Los tres cerditos y el lobo Crisis

Artículo escrito por Nuria Albet Torres en el periódico estudiantil Podem!:

Marieta: Júlia, ¿me cuentas un cuento?
Júlia: Sí, por supuesto. Marc, ¿tú también lo quieres oír?
Marc: Sí, ¡con mucho gusto!
Júlia: Pues, érase una vez, había tres cerditos que vivían cada uno en una casita diferente. El primer cerdito, el más pequeño, vivía en un piso de alquiler y estaba muy feliz, hasta que un día, el lobo Crisis, con su amigo Especulación, lo fueron a visitar y le dijeron que a partir de entonces le subían el alquiler al doble. El pobre cerdito no podía pagar tanto dinero, porque tenía un trabajo temporal y muy mal pagado, y tuvo que marcharse corriendo a la casa del hermano mediano.
El hermano mediano vivía en una casa que se había comprado hacía dos años. Para comprarla, había pedido una hipoteca a 40 años y cada mes pagaba la mitad de su sueldo al banco… ¡¡¡sólo en intereses!!! El lobo Crisis, que había perseguido al cerdito pequeño, junto con sus amigos Paro y Banco, fueron a ver al cerdito mediano. Le comunicaron que se había quedado sin trabajo y que el Banco se quedaría con su casa. Otra vez, el hermano pequeño, acompañado por el mediano, se fueron corriendo y se dirigieron desesperados hacia la casa de su hermano mayor.
El hermano mayor hacía tiempo que se había juntado con otro grupo de cerditos, y habían desarrollado una muy buena idea. ¡Vivían en una cooperativa de vivienda de cesión de uso!
Marieta: ¿¿¿Una qué???
Júlia: Ahora os lo explico… Todos los cerditos eran miembros y a la vez propietarios de la cooperativa. Cada cerdito tenía derecho a un voto y el funcionamiento era totalmente democrático. Los cerditos no eran propietarios directos del edificio donde vivían, sino que tenían un derecho de uso indefinido de su piso, y el propietario era la cooperativa de la que formaban parte. Cada mes pagaban un alquiler blando, para cubrir todos los gastos del edificio (incluyendo agua, calefacción, mantenimiento, basura, etc.), siendo todos los movimientos dentro de la cooperativa totalmente transparentes.
¡Qué buena idea habían tenido! El derecho de uso indefinido implica poder vivir allí toda la vida, y hasta poderlo pasar en herencia, e incluso también alquilarlo a otro por un breve período de tiempo, o más largo si son causas justificadas.
Del alquiler blando de cada mes, una parte va para el mantenimiento, tanto del edificio como del piso. Se va haciendo bolsillo y cuando hay suficiente se puede utilizar, por ejemplo, para arreglar el parquet, el baño o comprar una nevera nueva. Los cambios que afectan al edificio se deciden de forma democrática; para los que afectan al piso, el miembro que lo ocupa es libre de decidir.
En el edificio también hay zonas comunes. Por ejemplo, una lavandería con lavadoras y secadoras que todo el mundo puede utilizar, una casita con mil y un contenedores para diferentes tipos de reciclaje, trasteros, locales para hacer fiestas o reuniones, etc. Cada cooperativa decide lo que le va mejor. El cerdito pequeño y el mediano quedaron entusiasmados con la vivienda del hermano mayor, y allí estuvieron muy bien acogidos. El lobo Crisis también fue a buscarlos, pero, esta vez, por mucho que sopló y sopló, y por muchos amigos que llevó, no consiguió nunca echarlos, y los tres cerditos, en la cooperativa, vivieron felices y comieron perdices.
Marieta: ¡¡¡Me ha gustado mucho el cuento!!! ¡¡¡Qué guay!!!
Marc: Sí… Mmmm… Qué cuento más bonito… Lástima que no sea verdad…
Júlia: ¡Eh! ¿Quién lo ha dicho, que no sea verdad?
Marc: ¡Joder, no hay que ser muy inteligente para verlo! A todos nos toca pagar nuestro salario completo para el alquiler, o para una hipoteca de 30 años por lo menos… No ver eso es ser un iluso que vive en las nubes. Va, no quieras tomarme el pelo.
Júlia: Pues mira, Marc, quizás que nos planteemos qué significa eso de “nos toca”. Se ve que sí que hay lugares donde esto no es así, simplemente porque buscaron alternativas a lo que tocaba y ahora viven en una calidad de vida más alta.
Marc: ¿Ah, sí? ¿Y dónde están esos lugares que tú dices? Jejeje… Venga, ya te he dicho que no me tomaras el pelo. ¿Son, quizás, las casas de los jardines de los personajes de esos cuentos?
Júlia: Pues no, son totalmente reales y las hay en Europa. En Suecia, por ejemplo, la mayoría de pisos funcionan con este sistema de “bodsträtt”, o modelo cooperativo de vivienda de cesión de uso.
Marc: ¡Uau! ¡Nunca había oído hablar de eso! Y eso… ¿sería posible en Cataluña?
Júlia: ¡Pues claro que sí! ¡Sólo hace falta que nos pongamos manos a la obra! De hecho, tengo unos amigos que empezaron una cooperativa. La llaman Sostre Cívic y seguro que estarán muy contentos si nos juntamos.
Marc: Entonces, ¿qué hacemos aquí perdiendo el tiempo? ¡¡¡Vamos a verlos ahora mismo!!! ¡¡¡Sí!!!”

Conclusiones II Jornadas sobre Novela Romántica (2008)

Éstas son las 20 conclusiones a las que llegaron un grupo de lectores y editores en las II Jornadas sobre Novela Romántica (2008):

CONCLUSIÓN 1: La novela romántica, a pesar de que poco a poco va mejorando su posicionamiento en los canales de venta y promoción, sigue siendo un género marginado sobre el que aún pesa el estigma de infraliteratura.
CONCLUSIÓN 2: Sigue sin haberse escrito un artículo periodístico serio y documentado sobre el género; la novela romántica continúa tratándose como una anécdota curiosa envuelta en un paquete rosa.
CONCLUSIÓN 3: La evolución de las portadas hacia un modelo menos explícito, ha podido favorecer la dignificación del género. Ha habido unanimidad sobre el acierto de este tipo de portadas, alejadas del estereotipo de hace unos años.
CONCLUSIÓN 4: Indudablemente las webs especializadas en el género vehiculan hoy día las inquietudes de los lectores, favorecen enormemente la imagen del género y ayudan a su difusión. Son, al igual que sucede con el mercado norteamericano, en parte responsables del auge que en los últimos años está registrando la literatura romántica.
CONCLUSIÓN 5: Aunque poco a poco, la novela romántica se va posicionando en las bibliotecas públicas. Este avance se debe a la tarea de bibliotecarias amantes del género y a la demanda creciente de los usuarios que las solicitan.
CONCLUSIÓN 6: No podemos hablar de que aún exista una Nueva Narrativa Romántica Española, aunque esa es la tendencia; las lectoras cada vez son menos reticentes a las autoras locales, las editoriales empiezan a confiar quizá debido al ahorro de costes, el mercado está en plena creación. Es un momento apasionante y quien apueste sólidamente se hará líder de este mercado naciente.
CONCLUSIÓN 7: Es necesario que las nuevas autoras de romántica en lengua hispana se diferencien, creen nuevos modelos.
CONCLUSIÓN 8: Al igual que en otros géneros antes marginados, sería valioso que aparezcan autoras que sean capaces de trascender el género (como por ejemplo Manuel Vázquez Montalbán en el caso de la novela negra)
CONCLUSIÓN 9: No hay unanimidad sobre las ambientaciones locales; algunos lectores prefieren el exotismo y otros lo extraordinario de lo cercano. Esto puede confirmar la conclusión nº 6.
CONCLUSIÓN 10: No hay una justificación para la mala calidad de muchas traducciones que se están vendiendo en España. Esto mismo debe aplicarse a las correcciones. Esta es una de las quejas más usuales de las lectoras.
CONCLUSIÓN 11: Las sagas son otro de los motivos de discordia del lector. Sería una aportación muy valorada el hecho de que se editaran ordenadamente, o al menos que se identificaran con el puesto que ocupan dentro de una serie a la que pertenecen.
CONCLUSIÓN 12: Da la impresión de que no se están teniendo en cuenta los gustos de los lectores españoles, sino que las tendencias editoriales vienen a resaca de las del mercado americano. Esto puede llegar a crear una divergencia entre lo que el público desea y lo que las abundantes editoriales ahora existentes ofrecen.
CONCLUSIÓN 13: La información sobre qué desea el lector se puede localizar
fácilmente en las webs especializadas.
CONCLUSIÓN 14: Hay unanimidad en lo adecuado se clasificar la novela erótica, ya que en la actualidad se está vendiendo novela erótica como romántica‐erótica; dos géneros que en absoluto tienen que ver. Una clasificación del nivel de erotismo (como ya hacen algunas editoriales), sería bien acogida por el lector.
CONCLUSIÓN 15: el lector sacrificaría gustoso la tapa dura por el bolsillo, ya que el lector habitual de romántica hace grandes gastos en libros.
CONCLUSIÓN 16: Es un género sujeto a modas. En la actualidad ésta se llama erótica y muchas editoriales apuestas por ella. Sería interesante ver apuestas más arriesgadas, en nuevos subgéneros, desconocidos. Otras voces.
CONCLUSIÓN 17: Es una clave de éxito del género la capacidad de multiplicarse en infinitos subgéneros teniendo todos en común una historia de amor. Esta esencia es la que no debe perderse.
CONCLUSIÓN 18: No hay unanimidad sobre la saturación del mercado por diversas autoras; las más consolidadas siguen teniendo lectores fieles. Las nuevas se miran con lupa, debido al precio de los libros.
CONCLUSIÓN 19: Aunque es una contradicción con la conclusión nº 16, debido al precio de los libros, las lectoras se lo piensan a la hora de experimentar con autoras desconocidas. Esta tendencia parece que solo se rompe con las autoras españolas, que empiezan a levantar curiosidad, quizá por simpatía.
CONCLUSIÓN 20: La respuesta a la pregunta del enunciado fue poco optimista; se percibe poco riesgo por parte de las editoriales y menos en época de crisis global. Posiblemente no haya novedades en cuanto a nuevos subgéneros, despegue de la Narrativa Romántica Española, etc., con respecto a este año.

domingo, 15 de marzo de 2009

Canciones románticas III

Tercera edición. En esta ocasión, las seleccionadas han sido:

Canción en español

Si no te hubiera conocido – Luis Fonsi & Christina Aguilera

Como un bello amanecer
tu amor un día llegó.
Por fin dejó de llover
y el sol de nuevo salió
iluminando mis noches vacías.

Desde que te conocí
todo en mi vida cambió.
Supe al mirarte que al fin
se alejaría el dolor,
que para siempre seríamos dos…

Enamorados, siempre de manos.
Eternamente…

Si no te hubiera conocido no sé
qué hubiera sido de mí.
Sin tu mirada enamorada no sé
si yo podría vivir.
Sin el latido de tu corazón…
el mundo es más frío.
Nada tendría sentido si nunca te hubiera conocido.

Toda mi vida soñé
con tu llegada, mi amor.
Así yo te imaginé,
tan bella como una flor.

Supe que siempre seríamos dos…

Enamorados, siempre de manos.
Eternamente…

Si no te hubiera conocido no sé
qué hubiera sido de mí.
Sin tu mirada enamorada no sé
si yo podría vivir.
Sin el latido de tu corazón…
mi mundo es más frío.
Nada tendría sentido si nunca te hubiera conocido…

¿Qué hubiera sido de mí?
Nada tiene sentido…
Si no es contigo…

No sé qué hubiera sido de mí.
Sin tu mirada enamorada no sé
si yo podría vivir.
Sin el latido de tu corazón…
el mundo es más frío.
Nada tendría sentido si nunca te hubiera conocido.
Nada tendría sentido si nunca te hubiera conocido.



Canción en inglés

As time goes by – Louis Armstrong

You must remeber this:
a kiss is just a kiss,
a sigh is just a sigh.
The fundamental things apply
as time goes by.

And when two lovers, woo,
they still say “I love you”,
on that you can rely.
No matter what the future brings,
as time goes by.

Moonlight and love songs,
never out of date,
hearts full of passion,
jealousy and hate.
Woman needs man,
and man must have his mate
that no one can deny.

It’s still the same old story,
a fight for love and glory,
a case of do or die.
The world will always welcome lovers,
as time goes by.

Moonlight and love songs,
never out of date,
hearts full of passion,
jealousy and hate.
Woman needs man,
and man must have his mate
that no one can deny.

It’s still the same old story,
a fight for love and glory,
a case of do or die.
The world will always welcome lovers,
as time goes by.

sábado, 14 de marzo de 2009

Canciones románticas II

Segunda edición. En este caso, las seleccionadas han sido:

Canción en español

Jueves – La Oreja de Van Gogh

Si fuera más guapa y un poco más lista,
si fuera especial, si fuera de revista,
tendría el valor de cruzar el vagón
y preguntarte quién eres.

Te sientas enfrente y no te imaginas
que llevo por ti mi falda más bonita,
y al verte lanzar un bostezo al cristal
se inundan mis pupilas.

De pronto me miras, te miro y suspiras,
yo cierro los ojos, tú apartas la vista,
apenas respiro, me hago pequeñita
y me pongo a temblar.

Así pasan los días, de lunes a viernes,
como las golondrinas del poema de Bécquer,
de estación a estación, enfrente tú yo,
va y viene el silencio.

De pronto me miras, te miro y suspiras,
yo cierro los ojos, tú apartas la vista,
apenas respiro, me hago pequeñita
y me pongo a temblar.

Y entonces ocurre, despiertan mis labios,
pronuncio tu nombre tartamudeando.
Supongo que piensas “qué chica más tonta”
y me quiero morir.

Pero el tiempo se para y te acercas diciendo:
“Yo no te conozco y ya te echaba de menos.
Cada mañana rechazo el directo
y elijo este tren”.

Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado.
Un día especial, este once de marzo.
Me tomas la mano, llegamos a un túnel,
que apaga la luz.

Te encuentro la cara gracias a mis manos,
me vuelvo valiente y te beso en los labios.
Dices que me quieres, y yo te regalo
el último soplo de mi corazón.


Canción en inglés

Come what may – Ewan McGregor & Nicole Kidman

Never knew I could feel like this,
like I’ve never seen the sky before.
Want to vanish inside your kiss.
Every day I love you more and more.

Listen to my heart, can’t you hear it sings,
telling me to give you everything?
Seasons may change, winter to spring,
but I love you, until the end of time.

Come what may,
come what may,
I will love you
until my dying day.

Suddenly the world seems such a perfect place.
Suddenly it moves with such a perfect grace.
Suddenly my life doesn’t seem such a waste.
It all revolves around you.

And there’s no mountain too high, no river too wide.
Sing out this song and I’ll be there by your side.
Storm clouds may gather and stars may collide.
But I love you, until the end of time.

Come what may,
come what may,
I will love you
until my dying day.

Come what may,
come what may,
I will love you.

Suddenly the world seems such a perfect place.

Come what may,
come what may,
I will love you
until my dying day.

Con la Iglesia hemos topado

Artículo escrito por Manuel de Luna en la guía televisiva Teletodo, edición del 14 al 20 de marzo de 2009:

“No hay mes que en esta sección no se plantee un conflicto, curioso, eso sí, en que la Iglesia católica, en general, y sus más fervientes seguidores, en particular, sean protagonistas. Un recuento sobre la marcha de esos casos: en abril de 2008, la Iglesia alemana recriminó a las televisiones que emitieran cine de acción en Semana Santa. El 12 de octubre de 2008 se batió el récord de leer la Biblia del tirón (¡76 libros en siete días de emisión ininterrumpida en la RAI!). El 6 de noviembre, el Observatorio Antidifamación Religiosa se quejó de que un personaje de la comedia de TVE Plutón BRB Nero calificara la Capilla Sextina de “sauna de chuloputas”. Y el pasado febrero, el Vaticano se enfrentó al Estado de Israel por una emisión del show de humor La noche con Lior Shlein, que puso en duda la virginidad de María.
Y la –por el momento– última fricción entre católicos fieles y catódicos irreverentes ha tenido lugar en uno de los programas más inocentes y tontos, El hormiguero. Lo más subido que hasta ahora ha hecho este infantiloide y divertido programa de Cuatro era jugar a descubrir si el pliego de una piel que se veía en una foto –en un plano muy pequeño– pertenecía a un codo o a un culo. Pero el 25 de diciembre Pablo Motos y compañía perdieron muchos puntos por ir al cielo con una sátira sobre Rajoy… ¡con el cuadro de la Última Cena como escenario! Feo, muy feo. Sobretodo para el inefable Observatorio Antidifamación Religiosa, según quien el gag “menosprecia la fe de millones de españoles”. Según estos vigilantes de la reserva espiritual de Occidente, El hormiguero tiene una política de “vejación y difamación de la fe católica”. Y lo ejemplifican con el maldito gag, en el que aparecía Mariano Rajoy como Jesucristo en la Última Cena, “y analizaba la palabra hostia en un tono despectivo y burlesco mientras tiraba el pan de la Sagrada Cena en la cara de los discípulos”. Visto así, la broma puede ser de mal gusto para los creyentes. Pero quizás es pasarse un poco afirmar que este tipo de actuaciones “están creando un clima de odio a la fe que, aunque pensábamos que había quedado atrás en la historia, parece que vuelve con fuerzas renovadas, con las terribles consecuencias que ya conocemos. Sólo hay que ver cómo aclamaban hace un año a Alberto San Juan cuando recogió el Goya y pidió la disolución de la Conferencia Episcopal”. ¿No es apocalíptico insinuar que los cristianos volverán a ser echados a los leones? Es humillante que se rían de tus convicciones más sagradas, sí, pero tampoco ayuda a mantener el respeto encubrir algunos casos de pederastia en el seno de la Iglesia; que la Conferencia Episcopal pida el voto para un partido político; que un obispo niegue el holocausto y que otro califique a Harry Potter de satánico. ¿Eso es para reír o para llorar?”

Canciones románticas I

He aquí mi priemra selección de dos canciones románticas, una en español y una en inglés. A esta edición seguirán otras. Las dos seleccionadas son:

Canción en español

Por debajo de la mesa – Luis Miguel


Por debajo de la mesa
acaricio tu rodilla
y bebo sorbo a sorbo
tu mirada angelical.

Y respiro de tu boca
esa flor de maravilla,
esa alondra, ese deseo,
saltan, vuelan, vienen, van.

Y me muero por llevarte
al rincón de mi guarida
en donde esconde un beso
con matiz de una ilusión.

Se nos va acabando el trago,
sin saber qué es lo que hago,
si contento, o si distinto,
yo jamás te dejo ir.

Y es que no sabes lo que tú me haces sentir,
si tú pudieras un minuto estar en mí,
tal vez te fundirías esa guerra de mi sangre
y vivirías aquí, y yo abrazado a ti.

Y es que no sabes lo que tú me haces sentir,
que no hay momento que yo pueda estar sin ti.
Me absorbes el espacio, despacio me haces tuyo
en el orgullo en mí, y es que no puedo estar sin ti.

Me absorbes el espacio, despacio me haces tuyo,
en el orgullo en mí, y es que no puedo estar sin ti.


Canción en inglés

The Reason – Hoobastank

I’m not a perfect person,
there’s many things I wish I didn’t do,
but I continue learning,
I never meant to do those things to you.
And so I have to say before I go
that I just want you to know
I found a reason for me
to change who I used to be,
a reason to start over new
and the reason is you.

I’m sorry that I hurt you,
it’s something I must live with every day,
and all the pain I put you through,
I wish that I could take it all away,
and be the one who catches all your tears.
That’s what I need you to hear:
I found a reason for me
to change who I used to be,
a reason to start over new…
and reason is you,
and the reason is you,
and the reason is you,
and the reason is you.

I’m not a perfect person,
I never meant to do those things to you,
and so I have to say before I go
that I just want you to know
I found a reason for me
to change who I used to be,
a reason to start over new
and the reason is you.

I found a reason to show
a side of me you didn’t know,
a reason for all that I do,
and the reason is you.

jueves, 12 de marzo de 2009

Escenas románticas literarias IX

"JULIETA
¡Ah, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo?
Niega a tu padre y rechaza tu nombre,
o, si no, júrame tu amor
y ya nunca seré una Capuleto.


ROMEO
¿La sigo escuchando o le hablo ya?


JULIETA
Mi único enemigo es tu nombre.
Tú eres tú, aunque seas un Montesco.
¿Qué es «Montesco» ? Ni mano, ni pie,
ni brazo, ni cara, ni parte del cuerpo.
¡Ah, ponte otro nombre!
¿Qué tiene un nombre? Lo que llamamos rosa
sería tan fragante con cualquier otro nombre.
Si Romeo no se llamase Romeo,
conservaría su propia perfección
sin ese nombre. Romeo, quítate el nombre
y, a cambio de él, que es parte de ti,
¡tómame entera!

ROMEO
Te tomo la palabra.
Llámame « amor » y volveré a bautizarme:
desde hoy nunca más seré Romeo.
"

SHAKESPEARE, William: Romeo y Julieta

miércoles, 11 de marzo de 2009

Escenas románticas literarias VIII

“MARTA (cogiéndolo por el brazo izquierdo): ¡Sí, sí, te engaño! ¡Aún te engaño! ¡Ahora vendrá el otro! (Se pone a reír sarcásticamente.)
MANELIC (alzando el cuchillo): ¡Te mataré!
MARTA (riendo y llorando): ¡Mátame! ¡Mátame! ¡A que no me matas!
MANELIC: ¿Qué iba a hacer yo? ¡No puedo, no!
MARTA (cogiéndolo al ver que se aparta): ¡Cobarde! ¡Que ya se ve que te has vendido por dinero! (Coge a MANELIC para que la hiera.)
MANELIC: ¡Pues ahí tienes! ¡Maldita! (La hiere en un brazo.)
MARTA: ¡Ah! (Satisfecha.) ¡Por fin!
MANELIC (tirando el cuchillo con espanto): ¡Oh, Dios mío! ¿Qué he hecho?
MARTA: ¡Es sangre! ¡Sangre mía! ¡Y tú has sido…! (Sosteniéndose en la mesa.) ¡Oh, qué bien! ¡Me río! ¡Mira cómo me río! ¡Me río de alegría!
MANELIC: ¡Maldito yo! ¡Maldito yo cien veces, que soy como las bestas salvajes! (Se queda sentado en una silla y se coge la cabeza con las dos manos.)
MARTA (corriendo hacia él, cayendo de rodillas y abrazándose a él): ¡No, no! ¡Si te digo que estoy contenta! ¡Yo quiero que acabes conmigo! ¡Que yo quiero que me mates! ¡Ven! Aquí… ¡en el pecho!
MANELIC (apartándose con terror): ¡No! ¡No! ¡Déjame!
MARTA (llorando sin dejarlo apartar): ¡Es que yo no puedo vivir de esta manera! (Se va apoderando del corazón de MANELIC.) ¡Que he sido contigo la peor mujer del mundo; y eso no lo puedo cambiar! ¡Y el apsado de mi vida tampoco, que no hay fuerzas que lo cambien! (Con desesperación.) Ven, ven; que como quería vivir no tenía coraje suficiente para contarte lo que yo he hecho y he consentido, y ahora, que me vas a matar, te lo voy a decir todo, ¡ahora!
MANELIC (que ha querido interrumpirla): ¡Sí! Dímelo. Dímelo.
MARTA (sollozando con rabia): ¡Me han tratado como una piedra en el camino, que se aparta con un pie para que no estorbe! ¡Mátame! ¡Mátame!
MANELIC (sujetándola, llorando) ¡Marta! ¡Ay, Marta! ¡Si no te puedo matar, yo, porque te amo! ¡Marta! ¡Te amo! ¡Te amaba desde allí arriba, cuando subiste tú, que yo era un pedazo de nieve que se fundió mirándote! Y te he amado todavía más al venir a verte, pobre de mí, bajando a saltos, como el agua de las cimas a juntarse con el agua de mar, ¡que dicen que es amarga! Que sea amarga; que lo sea; ella atrae como tú me atraes a mí; ¡porque te deseo y te amo, Marta! (Ella se quiere desprender de él con energía.) Y ahora todavía más, todavía más… porque… ¡porque yo no sé por qué, ni me improta saberlo! Porque me has engañado, tal vez; porque he sentido el calor de tu sangre; ¡porque te he respirado a toda tú todo yo! Y mira, por mí no hay leyes de aquí abajo ni nada que me detenga, que el viento y los rayos me han hecho libre, y quiero yo, porque lo quiero, besarte y morderte hasta el alma, y estrecharte en mis brazos ahogándote en ellos, confundiendo en un afán rabioso la muerte y la vida, como hombre y como fiera, que lo soy y lo quiero ser siempre, hombre y fiera, todo junto, todo, contigo y contra ti, y contra todo el mundo, contra toda la tierra. (La tiene en us brazos medio desmayada. Mira hacia la cortina y se la lleva rápido hacia el otro lado en sus brazos.) ¡Y ahora que vengan a quitármela! ¡Ira de Dios! ¡Que vengan!
MARTA: Dios mío.
MANELIC: Marta: ¡eres mía! (Levantándola en brazos y yendo a besarla.)
MARTA: ¡No! ¡No! (No consintiéndolo y huyendo de él.)
MANELIC: ¡Marta!
MARTA (resuelta): ¡No! ¡Perdonarme así, no! Tú me eprdonas porque no lo sabes todo aún. Pues lo vas a saber en ese momento, y por mí misma. ¡Y luego que sea lo que Dios quiera!
MANELIC: A saberlo, sí, pero no aquí abajo, Marta, que el cielo se ha ennegrecido con la peste de tantas miserias, y Dios no te vería la cara cuando hablaras.
MARTA: Pues allí arriba; ¡y ahora mismo!
MANELIC: Sí, vamos, sí, que allí se perdona todo; que no es como aquí abajo, donde todo se corrumpe. Qué asco. (Llevándosela.) Que allí arriba, Marta, incluso los cuerpos de la nieve se conservan; ¡qué harán si no las almas!
MARTA: ¡Oh, vayamos, vayamos deprisa! (Van a salir.)”
GUIMERÀ, Àngel: Terra baixa (1897)

Escenas románticas literarias VII


―¿Y tú? ―preguntó Antoine, con tono de preocupación, aunque Beata no pudo distinguirlo―. ¿Te van a arreglar un matrimonio con alguien?
―Espero que no. Y si lo hacen, no lo aceptaré. No creo que me case nunca ―dijo ella con una voz tranquila. Realmente, parecía sincera en lo que decía.
―¿Por qué no?
―Porque no puedo imaginarme queriendo a alguien que otros escojan para mí. El simple pensamiento me pone enferma. No quiero casarme con alguien a quien no amo, ni conozco, ni quiero. Prefiero quedarme sola para siempre.
Había una gran vehemencia en su voz, y él lo vio; se sentía a la vez tranquilo y triste por ella.
―Para siempre es mucho tiempo, Beata. Algún día querrás tener hijos, y deberías tenerlos. Quizás conozcas a alguien y te enamores algún día. Sólo tienes veinte años, tienes toda la vida por delante.
Parecía triste en su tono, y cuando ella lo miró, sus ojos se encontraron y la mirada se mantuvo durante largo rato antes de que ella le respondiera:
―Y tú también.
―Tengo una guerra en la que luchar. ¿Quién sabe si voy a sobrevivir? Los hombres están cayendo como moscas en los campos de batalla.
Y cuando lo dijo, pensó en sus hermanos, y se arrepintió de lo que había dicho.
―Estoy seguro de que se acabará al final, pero se me hace difícil pensar en el futuro. Siempre he pensado que me gustaría quedarme soltero yo también. Creo que nunca he estado enamorado ―dijo él sinceramente, mirándola, y sus siguientes palabras la sorprendieron casi tanto como lo sorprendieron a él―, hasta que te conocí a ti.
Se hizo un largo silencio después de sus palabras, y ella no sabía qué responder, excepto que ella también estaba enamorada de él, aunque se acababan de conocer. Era una locura lo que él había dicho, y lo que los dos sentían, pero era real, y no había nada que ninguno de los dos pudiera hacer para evitar ese sentimiento. Era algo imposible y ambos lo sabían, pero él lo dijo de todos modos.”
STEEL, Danielle: Ecos (2004)

Escenas románticas literarias VI

“El Zorro le explicó a Lolita que no había peligro de incendio, el humo era una distracción para salvar a esos hombres, la mayoría inocentes. Ella apenas entendía sus palabras, pero asentía como hipnotizada. ¿Quién era ese joven tan atrayente? Tal vez un forajido y por eso ocultaba el rostro, pero tal posibilidad, lejos de frenarla, avivaba su entusiasmo. Estaba dispuesta a seguirlo hasta el fin del mundo, pero él no se lo pidió, en cambio le dijo que volviera a arrimar los barriles y trastos frente a la portezuela, una vez que todos hubieran entrado al túnel. Además, debía prender fuego a la paja de los calabozos, eso les daría más tiempo para escapar, le indicó. Lolita, perdida la voluntad, asintió con una sonrisa boba pero la mirada ardiente.
―Gracias, señorita ―dijo él.
―¿Quién es usted?
―Mi nombre es el Zorro.
―¿Qué clase de tontería es ésta, señor?
―Ninguna tontería, se lo aseguro, Lolita. No puedo darle más explicaciones por ahora, ya que el tiempo apremia, pero volveremos a vernos ―replicó él.
―¿Cuándo?
―Pronto. No cierre la ventana de su balcón y una de estas noches iré a visitarla.
Esa proposición debía tomarse como un insulto, pero el tono del desconocido era galante y sus dientes muy blancos. Lolita no supo qué responder, y cuando el brazo firme de él la rodeó por la cintura, no hizo nada por apartarlo, al contrario, cerró los ojos y le ofreció los labios. El Zorro, un poco sorprendido ante la rapidez con que avanzaba en ese terreno, la besó sin rastro de la timidez que antes sentía frente a Juliana. Oculto tras la máscara del Zorro podía dar rienda suelta a su galantería. Dadas las circuntancias, fue un beso bastante bueno. En realidad habría sido perfecto si no hubieran estado los dos tosiendo por el humo. El Zorro se desprendió de ella con pesar y se introdujo en el túnel siguiendo a los demás. Lolita necesitó tres minutos completos para recuperar el uso de la razón y el aliento, y enseguida procedió a cumplir las instrucciones del fascinante enmascarado, con el cual pensaba casarse un día no muy lejano, ya lo había decidido. Era una muchacha avispada.”
ALLENDE, Isabel: El Zorro (2005)

Escenas románticas literarias V

" Juan se ha alejado con firme paso, y Segundo lo observa curioso, viéndolo detenerse un instante frente a la cerrada puerta de la cabina. Ahí está ella, tras aquella débil barrera de tablas, indefensa, suya, puesta en sus manos por las leyes y la sociedad, dócil y blanda en aquella vida nueva y extraña. Piensa Juan que acaso Mónica de Molnar no le rechace ahora, piensa que acaso en ella también todo ha cambiado... Pero es sólo un chispazo de luz entre las sombras, y muy despacio vuelve la vista para quedarse mirando a aquellas estrellas que se reflejan en el agua, tan altas, tan puras, tan lejanas como aquélla con quien sin querer las compara, y musita:
-¡No...! ¡No es mía... no lo será jamás...!
-Soy suya... suya para siempre...
Estremecida, temblorosa, exaltada, Mónica ha dejado esca­par estas palabras que ante su propia conciencia desnudan la verdad de su alma. Durante largo rato ha mirado también aquella débil puerta, con el temor y el ansia de que se abra, con la esperanza inconfesable de que tras ella aguarde Juan... En ella chocan los pensamientos; contra ella van a estrellarse, tras la búsqueda inútil de sus almas perdidas. Bastarían unos pasos, una palabra, un desnudarse el corazón sin rubor... Pero ningu­no de los dos da aquellos pasos, ninguno de ellos pronuncia aquella palabra, y, como Juan, ella ha vuelto la espalda, ha apo­yado la frente atormentada en el redondo cerco de las estrechas ventanillas marineras, ha mirado el temblor de las estrellas sobre el mar... Si él la mirase de otro modo, si llegase hasta ella tierno o apasionado, si pudiera pronunciar en su oído aquel nombre que inútilmente repiten sus labios:
-Juan... Juan... ¡Si tú me amaras...!"
BRAVO ADAMS, Caridad: Mónica (segundo volumen de la trilogía Corazón Salvaje, 1956)

Escenas románticas literarias IV

" Escuché y de pronto rompí a llorar convulsivamente, estremeciéndome de pies a cabeza. Imposible soportar más lo que sufría. Cuando pude hablar, fue para expre­sar con vehemencia el deseo de no haber nacido nunca o no haber ido jamás a Thornfield...
-¿Cómo? ¿Le disgusta tanto irse de aquí?
-Me disgusta irme de Thornfield. Amo este lugar, y lo amo porque en él he vivido una vida agradable y ple­na, momentáneamente al menos, porque no he sido re­bajada a vivir entre seres inferiores ni excluida de toda relación con cuanto es superior y dinámico. He podido hablar con alguien a quien admiro, en cuyo trato me complazco... Un cerebro poderoso, amplio, original... En una palabra, le he conocido a usted, Mr. Rochester, y me asusta pensar en irme de su lado. Reconozco que debo marchar, pero lo reconozco como podría recono­cer la necesidad de morir.
-¿Y qué necesidad tiene de irse? -preguntó de pronto.
-Usted mismo me lo ha dicho, señor.
-¿A propósito de qué?
-De Miss Ingram, su noble y bella prometida...
-¿Qué prometida? Yo no tengo prometida.
-Pero se propone tenerla...
-Sí, me lo propongo... -masculló.
-De modo que debo irme. Usted lo ha dicho.
-No: usted se quedará. Se lo juro y cumpliré el ju­ramento.
-¡Y yo le digo que me iré! -exclamé con vehemencia-. ¿Piensa que me es posible vivir a su lado sin ser nada para usted? ¿Cree que soy una autómata, una máquina sin sentimientos humanos? ¿Piensa que porque soy pobre y oscura carezco de alma y de corazón? ¡Se equivoca! ¡Tengo tanto corazón y tanta alma como usted! Y si Dios me hubiese dado belleza y riquezas, le sería a usted tan amargo separarse de mí como lo es a mí separarme de usted. Le hablo prescindiendo de convencionalismos, como si estuviésemos más allá de la tumba, ante Dios, y nos halláse­mos en un plano de igualdad, ya que en espíritu lo somos.
-¡Lo somos! -repitió Rochester. Y tomándome en sus brazos me oprimió contra su pecho y unió sus labios a los míos-. ¡Sí, Jane!"
BRONTË, Charlotte: Jane Eyre

martes, 10 de marzo de 2009

Escenas románticas literarias III

"
―(...) Hoy Edgar Linton me ha pedido que me case con él y yo le he dado una respuesta. Pero antes de que yo te diga si ha sido negativa o afirmativa, dime tú cuál debería haberle dado.
―Realmente, señorita, ¿cómo voy yo a saberlo? Aunque la verdad es que, considerando la escena que usted representó en su presencia esta tarde, yo diría que lo prudente sería rechazarle, puesto que si le pidió en matrimonio después de ésta, tiene que ser o un estúpido sin remedio, o un loco temerario.
―Si hablas así no te digo nada más. He aceptado, Nelly; rápido, dime si he hecho bien o mal.
―¿Le ha aceptado? Entonces para qué discutir el asunto. Ha comprometido su palabra y no puede retroceder.
― Pero dime si debiera haberlo hecho, ¡di!
―Hay que considerar muchas cosas antes de poder responder como se debe a esta pregunta. Lo primero y principal: ¿usted ama al señor Linton?
―Y, ¿cómo evitarlo? Desde luego que sí.
Entonces la sometí al siguiente interrogatorio, que para una chica de veintidós años no era indiscreto.
―¿Por qué le ama, señorita?
―Qué tontería, le amo, eso basta.
―De ninguna manera, tiene usted que decir por qué.
―Bien, porque es guapo, y es agradable estar con él.
―Malo.
―Porque es joven y alegre.
―Malo también.
―Porque me ama.
―Eso es indiferente para el caso.
―Y será rico, y me gustará ser la mujer más importante de la comarca, y estaré orgullosa de tener tal marido.
―Lo peor de todo; y ahora, dígame, ¿usted cómo le ama?
―Como todo el mundo, eres tonta, Nelly.
―En absoluto.
―Amo el suelo que pisa, el aire que respira, todo lo que toca, cada palabra que dice, su estilo, sus gestos, a él total y completamente, ¿y bien?
―Y por qué.
―Te lo tomas a broma y eso está muy mal. Para mí no es broma.
―Lejos de mí el tomarlo a broma, señorita. Usted ama al señor Linton porque es guapo, alegre, rico y porque la ama. Esto último no significa nada. Usted, sin esto, le amaría igual, probablemente, y no le amaría si no poseyera las cuatro cualidades anteriores."

BRONTË, Emily: Cumbres Borrascosas

Escenas románticas literarias II


"Tirante empezó a pasear por los pasillos del palacio, tratando de mostrar en su semblante y en sus gestos una profunda tristeza. En eso pasaba la Princesa, y viéndolo tan pensativo no puedo evitar decirle:
―Caballero, tengo compasión de vos al veros tan triste; os ruego, decidme cuál es vuestro mal.
―Señora, en pocas palabras os lo podría decir, pero pronto llegaría a oídos de vuestro padre, y eso sería la causa de mi muerte.
―¿Pensais, Tirante, que no soy capaz de guardaros un secreto? No temáis al contarme vuestras penas; yo las tendré encerradas dentro de mí, y ni a mi padre ni a nadie del mundo se lo voy a decir.
―Señora, ya que tanto queréis saberlo, no os puedo decir sino que estoy enamorado.
―Decidme quién es la señora que tanto os hace sufrir, que si os puedo ayudar en algo, de buena voluntad lo haré.
Tirante puso la mano en la manga y sacó el espejo.
―Señora, la imagen que veréis me puede dar muerte o vida.
La Princesa tomó el espejo. Con paso acelerado se dirigó a su cuarto, pensando que encontraría a una mujer pintada, y sólo vio su propia cara. Entonces, comprendiéndolo todo, quedó admirada."
MARTORELL, Jonanot: Tirant lo Blanc (Adaptación de Joan Sales)

Escenas románticas literarias I

“Había un vehículo oficial aparcado en la esquina siguiente. Un SS estaba inclinado con las piernas cruzadas, preparándose un cigarrillo.
―Parece que la chica ha aspirado el gas de la risa ―comentó con una sonrisa.
El hombre joven no lo entendió.
Pardon, monsieur?
El soldado escupió algunos restos de tabaco.
―Es bonita, pero no me gusta ―dijo mientras la pareja desaparecía por una curva. Poco a poco, la risa fue disminuyendo.
Me puse a caminar más rápido.
―¿Nos están siguiendo? ―preguntó Chantal, girándose.
Yo la agarré por la cadera.
―¿Por dónde vamos?
―Hacia delante.
―Pero por allí volvemos a rue Jacob.
―Confía en mí.
Llegamos a rue de Seine. Un automóvil negro nos seguía, moviéndose lentamente, vigilándonos. Reconocí el coche del equipo de Leibold cuando ya era demasiado tarde. Chantal sintió que dudaba. Dentro del vehículo había dos siluetas, y ambas llevaban gorras con visera.
Apreté a Chantal contra mí, la giré de forma que estuviera de espaldas a la calle y la besé en la boca. Mis manos se colocaron sobre sus hombros, y luego bajaron por su espalda. Le toqué el trasero y la apreté todavía más. Mira, pensé. ¡Mira detrás de ti! Chantal hizo un sonido silbante.
El coche estaba prácticamente delante de nosotros, moviéndose aún más despacio. Ladeé un poco la cabeza y vi la cara de Leibold en el espajo exterior. Yo estaba presionando con mi boca los labios de Chantal, y mis ojos se encontraron con los del capitán. Pero no vi ningún signo de reconocimiento en su mirada. Sólo se quedó observando la escena. Un hombre joven besando a una chica francesa. Sus ojos se quedaron en los míso durante lo que a mí me pareció una eternidad. Luego se fueron. El coche fue por rue de Seine y desapareció finalmente detrás de un camión de verduras.
La calle estaba llena de gente, mirándonos en la sombra y hablando rápido. Otros se iban. Había besado a Chantal. Nos habíamos besado. Desde la distancia, oí una sirena, el sonido de pasos que se acercaban, palabras en alemán en la siguiente esquina. El ruido habitual volvía a aquel paseo.”
WALLNER, Michael: April in Paris (2006)

lunes, 9 de marzo de 2009

Un "no" rotundo

Artículo escrito por Frederic Torrens Anmella en El Periódico de Catalunya, día 7 de marzo de 2009:

“Viendo que la Conselleria de Cultura vuelva a la carga sobre al ley del catalán en el cine, yo, que soy partidario de las películas en versión original (VO), tengo que decir que, por mí, los subtítulos ya pueden ser en castellano o en catalán, me da lo mismo, porque no tengo ningún problema para leerlos. Por lo tanto, si es verdad que se promocionarán las versiones originales subtituladas, por mí bien, porque eso significará que, como en París, habrá una oferta más amplia. En este sentido, puedo proponer lo que vi en Basilea (Suiza) hace ya algunos años: las películas se proyectaban en VO con subtítulos en alemán y en francés a la misma vez. Aquí se podría hacer lo mismo. Por lo que se refiere al doblaje, lo siento por los que tienen ganas de ver La duda en catalán, porque no seré yo, excepto si verla cuesta la mitad que en castellano, quien lo pague. Porque el doblaje, si no me gusta en castellano, todavía menos en catalán. Resumiendo, a las VO con los subtítulos que quieran, no al doblaje en general y un no rotundo al doblaje en catalán. Y, por cierto, ¿no cree el Gobierno que tenemos problemas más importantes que éste?”

La ONU dividida por la homofobia

Artículo escrito por Ardanuy Roca en la revista estudiantil Jovent, número 88:

“Según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Transexuales (ILGA), organización que agrupa 670 organizaciones de en centenar de países y que lucha por la defensa de los derechos de las personas homosexuales, 86 estados miembros de la ONU castigan las relaciones entre las personas del mismo sexo. Las legislaciones de estos países condenan la homosexualidad con penas de prisión, y en 7 de esos estados ser homosexual está condenado con la pena de muerte. Estos estados donde las relaciones homosexuales se criminalizan con la pena de muerte según sus códigos penales son: Mauritania, Sudán, Yemen, Arabia Saudita, Emirates Árabes Unidos, Irán y Estados del norte de Nigeria. La nueva noticia es que el Vaticano se ha unido a éstos – a quienes tantas veces ha tachado de estados integristas – contra una declaración a favor de la despenalización y contra la persecución de la homosexualidad en el mundo.

La Unión Europea, con la presidencia francesa, en diciembre de 2008 planteó a la ONU hacer una declaración para la despenalización de la homosexualidad en el mundo, firmada por más de 60 estados para darle legitimidad política a nivel internacional. El Vaticano se opuso con la argumentación de que esta despenalización internacional crearía nuevas discriminaciones, como por ejemplo, que los estados que no reconocieran el matrimonio entre personas del mismo sexo serían objeto de “presiones”, o que con esta declaración se discriminaría el matrimonio tradicional. El objetivo de esta propuesta, sin embargo, no era que, por ejemplo, todos los estados aceptaran el matrimonio entre personas del mismo sexo; sin ir muy lejos, en Francia, el Estado que ha presentado la propuesta, a las parejas homosexuales no se les reconoce ningún tipo de derechos. El objetivo de la declaración es que ninguna persona, por el hecho de ser homosexual, sufra penas de torturas, prisión o muerte en ningún país.

El portavoz del Vaticano ha anunciado muy decidido que una minoría de los estados miembros de la ONU se han adherido a la propuesta, mientras que el Estado del Vaticano se ha juntado con una mayoría de Estados que no se han adherido. El Vaticano no está solo, pues; se le tiene que “felicitar”, ya que se ha retratado a sí mismo, alineándose con Estados que, integristas como él mismo, legitiman la homofobia. El Vaticanos e ha agrupado con los Estados que castigan la homosexualidad con penas de prisión y con los Estados que castigan la homosexualidad con la pena de muerte.”

lunes, 2 de marzo de 2009

Derechos humanos y relativismo cultural

“Cada vez más a menudo, en las noticias se nos informa de violaciones de los derechos humanos. Los ejemplos van desde encarcelar a alguien por expresar sus opiniones políticas hasta masacres étnicas. Sin embargo, ante las críticas del mundo occidental, cada vez son más las personas de otros países que se defienden diciendo que occidente no debería imponer sus ideas acerca de los derechos humanos al resto de la humanidad. De hecho, muchos países dicen que tienen códigos éticos diferentes. ¿Quiere decir esto que el mundo occidental está tomando sus propias ideas culturales y las está aplicando al resto del mundo cayendo así en el etnocentrismo? ¿Deberíamos usar el concepto de relativismo cultural y considerar cada cultura de acuerdo con sus características originales? Si hiciéramos esto podría llegar a ser imposible definir unos derechos humanos universales. Muchos dirían que no existe ninguna respuesta a estas preguntas, pero el hecho de ignorar las diferencias culturales tampoco soluciona el problema.
Lo que sí sabemos es que todas las culturas poseen una ética propia, pero ésta no presta atención a las mismas cosas. Así, por ejemplo, algunas culturas hacen hincapié en los derechos políticos del individuo; otras pueden prestar más atención al orden político. Algunas culturas insisten en la protección de la propiedad individual; otras defienden que se compartan los bienes o que se distribuyan de forma equitativa. Los Estados Unidos hacen hincapié en la libertad de expresión y en el derecho a la propiedad particular, pero si no tienen dinero suficiente hay ciudadanos que se quedan sin seguro médico o sin alimentos.
¿Se puede reconciliar el concepto del relativismo cultural con el concepto de una declaración internacional de derechos humanos? Probablemente no del todo. Paul Rosenblatt comprende el dilema, pero aún así mantiene la necesidad de hacer algo para evitar, entre otras cosas, la tortura y las “limpiezas étnicas”. Defiende que “en la medida en la que es más fácil convencer a los pueblos cuyos puntos de vista y valores se entienden, el relativismo puede ser una herramienta para el cambio (…) El conocimiento que el relativista aporta de los valores y las ideas de la elite, hará más fácil encontrar argumentos para convencerla. (Por ejemplo, en una sociedad en la que el grupo tiene primacía sobre el individuo puede resultar efectivo intentar demostrar cómo el respeto a los derechos individuales puede favorecer al grupo.)” ¿Tú qué opinas?”
Paul C. ROSENBLATT, "Human Rights Violations Across Cultures" (1995)